El amigo que "ha ganado una pasta"
Recomendaciones de acciones y otros activos en barbacoas veraniegas
No sé vosotros, pero en verano se me llena la agenda de reencuentros: con familiares, amigos y personas a quién veo una vez al año. Algunas de estas quedadas son para tomar solo una horchata. En otras, se trata de barbacoas que se alargan lo suficiente para que alguien tenga tiempo de acercarse y preguntarme: “¿Qué, como está la bolsa?”
Si eres un profesional que te dedicas a las finanzas, es probable que hayas pasado por esta experiencia miles de veces. Puede que sea el cuñado, la suegra o el amigo del amigo. Pero hay quién se espera todo el año para interesarse por tu trabajo. Es más, también quiere comentar y recomendarte todo tipo de acciones. E incluso hablarte de sus conocidos que se “ganan una pasta” en bolsa, y solo como pasatiempo!
Si todo esto te suena un poco, estoy convencido que esta historia te gustará.
El asesor financiero de barbacoas
Hace unos días nos reunimos unos antiguos amigos y amigas. Como todos los veranos, quedamos para comer y aprovechamos para conocer la hija de unos, el novio de la otra, y nos pusimos un poco al día. Pasadas los postres y esperando a los cafés, me di cuenta que alguien me estaba mirando de reojo. Aún no había charlado con este chico que me observaba, pero sabía que estaba al acecho.
Solo girar la cabeza, que ya me soltó: “¿Qué, como está la bolsa?”. Así, de repente. Y, sin dejarme abrir la boca, desenfundó y puso a hacerme preguntas, una tras otra:
¿Cómo ves las acciones de Telefónica?
¿Piensas que la renta fija es ahora la mejor alternativa de inversión?
¿Con qué operador trabajas?
¿Qué piensas de las divisas y las criptomonedas?
Sin miramientos, sus dudas habían estado acumulándose durante días, y ahí me tenía para dispararlas. A ver si era capaz de dar en el blanco, en alguna de ellas.
Y, lo peor de todo, aunque asintiera con atención y me esforzara para resolver aquellas cuestiones, nada importaría. Ni mi opinión sobre los bonos del tesoro, ni sobre las divisas del sureste asiático. Por mucho que me esmerase, mi amigo tenía otras intenciones, que habitualmente esconde sobre una capa muy sutil de curiosidad.
Toda aquél avasallamiento inicial era para darme SU discurso. Mis ideas le importaban un comino!
Sí me pregunta por las inversiones en China, es porqué ya tiene acciones de empresas del país. Si se interesa por Telefónica, es porqué alguien le recomendó invertir. Y así, sucesivamente. ¿Pensabas que quería saber algo sobre todo ello? En absoluto! Él quería contarme sus hazañas como inversor.
Y, si no tiene ninguna otra historia personal para contarme, entonces llega mi momento preferido: el del amigo. Sea de la forma que sea, siempre entra en juego este personaje. Hablemos de Bitcoins o de acciones de pandemia. En este momento, él deja de comentar sus inversiones, y me dice: “yo no, pero tengo un amigo que ha ganado una pasta”.
El “amigo que gana una pasta” con cualquier cosa
Le tengo mucha manía al “amigo que gana pasta”. A este personaje lo conozco desde hace años. Parece haber estado en todos los sitios y haberse forrado en casi toda inversión, activo o iniciativa empresarial. No hay nada que se le escape.
Aquí están algunas situaciones, dónde me nombraron al tal “amigo de la pasta”:
Con empresas que triunfaron con la burbuja de Internet
Con inversiones en ladrillo, antes de la crisis financiera de 2008
Con las acciones que se recuperaron después de la crisis financiera
Con OPAs variadas, de todo tipo de empresas españolas e internacionales
Con smallcaps tecnológicas
Con criptomonedas y NFTs
No importa cuál es el ciclo económico, que siempre hay un amigo o una amiga que sabe de alguien que se “ha ganado una pasta” con ello.
A medida que han pasado los años, he ido calando poco a poco a estos personajes. Algunos los he conocido en persona. Son los que te dicen en plan desenfadado “con la subida de este año, me he pagado el coche”. O, “me leo un poco la prensa y ya sé cuáles empresa voy a invertir”. O, “¿Por qué no inviertes en Ethereums? Yo me gano 800 euros cada mes”.
Ostras! Con lo complicado que lo encuentro yo todo. Mi primera inversión fue un fracaso y le han sucedido muchas más. ¿Soy muy malo? No tanto, también he tenido mis momentos de éxito.
Pero cuánto oigo estas historias, toda mi concepción del trabajo en el sector de las inversiones cambia. Resulta que entre nosotros hay mentes privilegiadas que son capaces de hacer cuatro gestiones mientras desayunan, y se ganan un sobresueldo. Parece más sencillo que todo mi trabajo o el que hacen muchos profesionales. O, al menos, esto es lo que aparenta.
Con los años, he deshilado poco a poco la verdad escondida detrás del “amigo que gana pasta”. En la mayoría de ocasiones, es alguien que ha ganado cuatro duros en una inversión puntual. Ripples, negocios biotecnológicos, venta de productos Herbalife… Y, entre conocidos y familiares, todos le han puesto más pan que chorizo a su historia, para convertirlo en el ídolo de la temporada.
No sé si el “amigo de la pasta” de este año se ha hecho realmente rico, pero al menos ha servido de tema de conversación. Como en cada barbacoa veraniega.
Feliz jueves y hasta la próxima semana!